Inda: «¿A qué espera Sánchez para echar a la benefactora de pederastas y manadas Irene Montero?»
El Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) ha rebajado en un año -de 15 a 14 años- la pena de prisión impuesta por el Tribunal Supremo a uno de los cinco condenados de La Manada por la violación grupal de los Sanfermines de 2016 en aplicación de la Ley Orgánica 10/2022, de Garantía Integral de la Libertad Sexual (ley de sólo sí es sí). «¿A qué espera Sánchez para echar a la benefactora de pederastas y manadas Irene Montero?», se pregunta Eduardo Inda.
Cuando el Gobierno inició los trámites parlamentarios para la aprobación de la ley del sólo sí es sí adujo, entre otras cosas, que lo hacía para evitar nuevas manadas. Diez meses después de la entrada en vigor de la Ley Montero «1150 violadores, pederastas, es decir, las peores ratas de nuestra sociedad y abusadores se han visto beneficiados por esta norma. 116 de ellos han quedado en libertad. Y ahora resulta que -tal y como pronosticamos en este periódico-, desgraciadamente uno de los integrantes de La Manada ha visto reducida su condena en un año y todo hace prever que los otros integrantes de la repugnante manada se verán beneficiados por esta no menos repugnante ley que favorece a violadores, a violadores, de niños, de mujeres y a abusadores», explica Inda.
«¿A qué coño espera el presidente del Gobierno para destituir, para echar con cajas destempladas a Irene Montero, a la amiga de los violadores, de los pederastas y de los abusadores? Hay que recordar la felicitación irónica que ha hecho ese excelente penalista que es Agustín Martínez, el abogado de La Manada, a la ministra después del chollo que está teniendo con sus clientes gracias a la ministra de Igualdad», dice Inda.
«Me parece curiosa toda la falacia de este Gobierno con el feminismo que ha utilizado a las mujeres de esta manera. Empezó especialmente este negociado con La Manada y ahora resulta que ha sido la propia Manada la beneficiada», ha señalado Ayuso. A Inda, como a la presidenta madrileña, le gustaría «ver las mismas manifestaciones en la calle», pero sabe que no van a celebrarse.